QUE HACER UN DOMINGO EN EL DF

Hola a todos, soy Ignacio. Maria quería hablar en su blog del día de hoy del Huracán Dean.
Pero acá vengo a salvarlos de tan aburrido tema.
De hecho, me corrijo, no quería escribir nada hoy Maria. Pero claro, no da.
Ya somos muchos sus fanáticos, así que tiene que haber posteos every f^&*$ckn day.
Los domingos, lo sabemos, son domingueros en todo el mundo.
Por suerte.
Acá la rutina es más o menos la misma.
Nos levantamos lo más temprano posible, tipo 6, 7 de la tarde.
Ja, mentira. Tipo 9, 10 de la mañana.
Yo, sick of TOC, ordeno, barro, hago la cama y limpio el baño.
Mientras las otras dos juguetean poray.
Tipo 11, 12 salimos a caminar. Hay muchos parques, y si es un día de sol re da para.
Almorzamos antes que todo el DF, que es de costumbres dilatadas.
A las 2 estamos sentados en restaurantes vacíos que a las 4 tienen largas colas.
Es muy recomendable la terraza del hotel Condesa.
No hay nadie, es muy amplia, y da a un bosque enorme que es el Parque España.
Te atienden bien y la comida es rica, y si se larga a llover como este último domingo, tenés unas carpitas muy trendies donde podés dormir la siesta (hasta te dan frazadas para que no tengas frío!).




Después de esto es muy recomendable cruzar la Condesa caminando para comprar todo tipo de chucherías muy innecesarias.
También uno siempre termina comprando plantas, que acá abundan y son muy variadas y, obvio, lindas.
En este punto de la tarde, tipo 4, 5, es indispensable pasar por Mague, la mejor panadería de la colonia (para los adroguenses, palmeras Los Platanos ol'skool).

Ya con: el diario Reforma (Clarín) o El Universal (La Nación) gordo e intonso bajo un brazo y las palmeras bajo el otro, llega el momento indicado para pasar por Videodromo, DVDteca d culto y pelear por si film-oriental-baño-de-sangre o peli zonza para prestarle más atención a las palmeras. Es ideal, sobre todo si es domingo pasado a la tarde, alquilar "Jim y el Durazno Gigante". Liviana como uno en semejante día. Inconsistente como uno de lunes a domingo.
Ya es la hora del mate y uno regresa al hogar. Sobre todo porque en esta época, a las 5, 6 siempre llueve en el DF. Lluvia linda, con cielo gris cargado, con gotas gordas, con calor de hogar palmeras mate peli gato y plantas.
La tarde pasa así en el balcón, con disquito de fondo, siesta parcial del coto femenino, y diario desmenuzado (escriben raro estos muchachos, sin verbo, a pura oración unimembre).
Ya llega la noche y queda tiempo para: jugar a la PlayStation, escribir una nueva crónica y sobre todo para coronar la jornada con martinis, milanesa con dos huevos en El 10 (a la vuelta de casa, ya clásico del domingo y viendo fútbol argentino), y sobre todo... LOSTTTTT!!!
Bueno, ya no queda nadie ahí. Se aburrieron. Pero igual aprendieron algo infinitamente inútil: qué hacer un domingo en el DF.