Nuesto primer concierto

Me enamoré ( no de inacete).
Inacete se enamoró ( no de mí).
Ambos sucumbimos al encanto de la voz INCREIBLE de Caetano Veloso, el jueves, en nuestro primer recital en tierras chilangas.


El recital fue en el Auditorio Nacional, un teatro gigante (como la bandera de rigor de la entrada) donde entran unas 10.000 personas y que se cuenta tiene una excelente acústica, del que sólo tengo fotos de afuera, porque me secuestraron la cámara al entrar ( malísimos).




El auditorio estaba casi lleno y Caetano, con sus jovencísimos 65 años, cantó, saltó, rockeó y nos hechizó con las canciones más suaves durante casi dos horas y hasta nos hizo bailar en los bises. Los momentos que más nos volaron la cabeza fueron cuando menos instrumentos había y más se notaban los matices de su voz, tan dulce, tan potente, tan dúctil.
Cuando él y su guitarra cantaron 'Currucucú Paloma" - una de las dos únicas canciones en español de todo el show y probablemente la única cuya letra sabía todo el público - diez mil bocas se limitaron a susurrarla, sabiendo que sería un sacrilegio tapar su voz deliciosa.

Cuestión, Caetano, seductor total.....lo quiero en mi mesita de luz, que me cante todas las noches antes de irme a dormir !!!!!!!




Eso sí, los mexicanos, por Dios !!!! qué culos inquietos !!!! hasta la tercera canción estuvo llegando gente tarde. A partir de la cuarta y hasta el final, la gente se levanta, va al baño, a comer algo, vuelven, van de a dos, van solos, se paran, se sientan.... y unas 5 canciones antes de terminar el show se empiezan a ir, especialmente los de las ubicaciones más caras......IN-SO-POR-TA-BLES !!!!!!
Si en Bs.As alguien llega a moverse tanto le tiran un tramontina a la garganta que lo deja seco en el instante.
Cosa seria, qué falta de sensibilidad.