De vuelta en México, no quería dejar de contarles mi breve experiencia, de una tarde, visitando Valparaíso (en rigor de verdad esta entrada debería llamarse "crónicas porteñas" porque así se nombre a la gente de valparaíso, pero para nosotros, los verdaderos porteños, je je, nos iba a confundir).
Por lo que pude entender, Viña del Mar es frecuentada por una clase más acomodada, con casas señoriales antiguas y edificios torres de luxe. Dentro de esa tónica, entonces, primero fuimos al Palacio Vergara, en cuyo predio se realiza el festival de Viña del Mar. Los jardines preciosos y el anfiteatro muy moderno y semi al aire libre, al lado de un bosquecito, ideal para las noches de verano.
De ahí nos fuimos para Valparaíso, que está ahí, al lado de Viña, sin separación física en realidad. Esta parte de la ciudad ( o esta ciudad) es como más antigua, más popular, y por eso más pintoresca. Tiene muchas colinas, que se suben - además de las vías habituales - en trolebuses que le dan un cálido color local y en ascensores tranvías - que datan de fines del 1800 y siguen funcionando ( ay, para los vertigosos). Las casas pintadas de colores, algunas de chapa, de estilo bien chileno, le dan un encanto particular.
Lo primero que visitamos un mirador que tenía vista panorámica al puerto, muy colorido con todos los contenedores apiladitos y los barcos llegando y saliendo.
Y después lo que más me gustó: LA SEBASTIANA, una de las casas de Pablo Neruda.
Como era de esperar, me voló la cabeza, razón por la cual le dedicaré capítulo aparte.
Hasta la próxima !!!!
5 comentarios:
Holaaaaaaaaa!!!!!!!!!
Alegría por tu retorno inunda mi ser!
Me gusta esa ciudad con ascensores viejos y puertos coloridos, poblada por porteños, pero no los verdaderos porque esos son los nuestros (yo NO porque soy "bonaerense" como los caudillos pejotenses!).
Espero ansiosa los relatos de la casa de Neruda.
Bacciosssssssss
Gracias ML !!!! menos mal que me contestaste, ya me estaba deprimiendo de que no me dijeran cosas lindas por mi vuelta, je je.
Qué bueno que vuelven las crónicas!
Nos tenés a todos mal acostumbrados...
Lo que me llamó la atención de Valparaíso (hace muchooo tiempo)fueron las pantorrillas de las porteñas (las de allá) dado que las escaleras y las calles empinadas hacen de gimnasio involuntario y las desarrollan a full.
ja ja, la verdad que no reparé en ese detalle...pero claro, tiene sentido.
PEINETA: HAS RECUPERADO TU CABEZA VOLADORA ?????
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