Acapulco Parte III - El regreso del regreso

Bueno, como sabrán el fin de semana pasado estuvimos en Acapulco por la boda. Les conté cómo estuvo la boda, pero no cómo estuvo acapulco, ahí va.

Esta vez nos alojamos en el Acapulco Princess, un hotel mega grande que ignacio había conocido en su viaje anterior, y que tenía la ventaja de estar sobre una playa de mar abierto ( no bahía como los otros que fuimos), sino de playa bien amplia y con olas (para cambiar un poco, vio?).
Lo que no no tomamos en cuenta es que como era fin de semana largo, de las 1017 habitaciones (!!!!) que tiene el hotel, no había ninguna libre, con lo cual la cantidad de gente ( yanquis jubilados o familas numerosas) era más que considerable, aunque sin llegar a ser insoportable.
El hotel, muy acapulco, tiene 3 cuerpos, el principal en forma de pirámide, mucha piedra y ambientación así como azteca, pero gringa....raro. Eso sí, si los constructores de hoteles piensan que cataratas = lujo, entonces este hotel era lujosísimo, ja ja ja, casi que había tantas cataratas como gente !!!!





Otra cosa que puede llamar la atención a los acostumbrados a los balnearios de las costas bonaerenses, son las palapas.
Son como carpas, con mayor o menor separación entre ellas, dispuestos en una o más filas en forma paralela al mar, es decir, no todas dan al mar.
Las del hotel estaban bastante separadas, pero lejos del mar, como se ve en la foto.



Las que no eran del hotel, un poco más populares, estaban un poco juntas para mi gusto. Eso sí todas, con su servicio de comida y bebida con delivery en la palapa.



Así que esta vuelta nos tocó un acapulco bien engentado, más mardelplatense que mardelsurense.
Hay que conocer de todo un poco, no?....aunque cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi gata, ja ja ja.