jueves, 17 de diciembre de 2009

Esas cosas como las que le pasan a mi mamá

Introducción necesaria: el martes subí a la terraza con mil cosas en la mano, entre ellas el termo del mate cuya agua caliente -pero no hirviendo- se derramó en el dorso de mi mano izquierda (padres, no alarmarse, que no fue nada grave).

Esa misma tarde, en el metrobus (tal vez por el aire caliente de un lugar cerrado) la mano me empezó arder. Me puse una especie de loción humectante que había llevado en la cartera, pero no me funcionaba. Entonces como estaba sentada al lado de la ventanilla empecé a sacar la mano para que me diera el aire más fresquito de afuera. Pero no hacía mucho efecto tampoco.
No sabía bien qué hacer, porque me faltaba todavía bastante para llegar e intuía que la cosa se iba a empezar a poner peor con el paso del tiempo.

En eso, miro hacia el pasillo y una señora que estaba parada me estaba mirando y me pregunta si me había quemado. Al decirle que sí me extiende inmediatamente un pomito que ya tenía preparado en la mano y me dice que lo ponga, que me va a hacer bien. Es un ungüento para quemaduras leves. Me puse un poquito, porque el pomito se estaba acabando y no se lo quería usar todo. Me dice que me ponga más. Y un poco más, hasta que cubro toda la superficie colorada que me ardía. Y cuando se lo devuelvo, con mi mayor sonrisa de sumamente agradecida, me dice que me lo quede, por si lo necesito más tarde o a la noche.
Y al rato se me calmó el ardor y después de eso la mano ya no me volvió a molestar.

La amabilidad del desconocido me conmueve.

8 comentarios:

vanesa dijo...

me encanto, seriamente, deberias dedicarte al relato corto, dale que yo despues te lo publico, te quiero amiga, las cosas evidentes son las que menos vemos, dicen algunos por ahi

María Laura dijo...

Justamente anoche hablabamos con tu mamá (respecto de lo lindo que escribieron los "fotográfos") y yo le decía que me parece que en México (ciudad tanto más grande y poblada que BA)la calidez de la gente es mucho más notoria que acá.
¿Vos notás que allá te consideran más?
Disfrutá del cariño que te dan!

elsa.com dijo...

Hiji querida : antes que nada espero que tu manito esté recuperada.
Esos encuentros tan espontáneos e increíbles se nos dan a menudo. Son una especie de milagros cotidianos. La única condición para verlos es estar atentos a su aparición.Aquí , allá y en todo el mundo hay gente maravillosa, mucha más que gente "mala". Lo que sucede en que los indeseables tienen prensa y los comunes NO.
Me encantó esta experiencia que tuviste.¡Ojalá se repita!( no la quemadura)
besos

Mer dijo...

Tiene razon Elsa, gente buena hay por todos lados...pero hay que estar atenta a verlos.
Que lindo sentirse ayudada!!!

Beoso

saludos

Mária dijo...

sí, definitivamente la buena gente está, hay que estar abiertos a darles cabida, no más...

En relación a lo que decía ML, tal vez esté más relacionado a que acá, en algunos aspectos, no hay tanta dependencia de la mirada ajena, de lo que vaya a decir el otro y eso hace que la gente se permita ser más espontánea.

LaHelens dijo...

wow siempre lo he dicho, la gente que viaja en metrobus se divierte más que la que lo hace en coche!!!

Unknown dijo...

LA TRUCULENTA VERDADERA HISTORIA DE LA MANO QUEMADA DE MARIAGRACIA

Mariagracia, después de fuamarse unos porros en compañía de su consorte, subió a la terraza a colgar la ropa, y quizo llevar la pava para el mate, pero estaba tan endrogada que le pifió y en vez de la pava agarra la hornalla hirviente. Desesperada, se arrojó al vacío y con tan mala suerte que cayó sobre un ómnibus y justo en un asiento desocupado. Sintiendo el ardor, saca su brazo por la ventanilla para sentir el fresquito...allí la toma un motorista que por ahí pasaba y la rescata del vehículo de transporte público por la ventanilla y la coloca a su lado en el supersport último modelo de su propiedad. Ese mismo día la lleva a conocer todo México encantado y la conecta con el chamán de Castaneda que cura con más droga su mano herida !!!
Luego el atento motorista la devuelve a su domicilio en deplorable condición psíquica (por efecto de los estupefacientes)pero con su brazo intacto y sin rastro de la vieja quemadura. ESTA ES LA VERDADERA HISTORIA...LO QUE SE SE OYE POR AHÍ SON MENTIRAS VERDADERAS (o mejor dicho verdaderas mentiras)!!!

Mária dijo...

me parece que los estupefacientes se los dieron a otro..jeje