miércoles, 13 de mayo de 2009

Amigos

Una de las cosas que aprendimos viviendo fuera de nuestra ciudad de origen es a depender más en los amigos, a pedir ayuda y a su vez, a volvernos más solidarios.

Cosas que normalmente uno se las pediría a la familia si la tuviera cerca- que te cuiden a la gata cuando no estás, devolver un libro en la biblioteca que no llegaste a devolver antes de salir de la ciudad, ser suplente de parto en caso que el bebé se adelante cuando el marido se va unos días en viaje de trabajo - uno se las tiene que pedir a los amigos.
Y eso los vuelve - y nos vuelve - un poco familia.

Y se siente bien. Muy bien.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Yo jamás te cuidaría la gata, menos devolvería un libro atrasado y menos de menos asistiría a un parto...oh, entonces no soy famulia ???? (sí, famulia, lo escribí bien)

Mária dijo...

vos sos la ovuja negra de la famulia !!!!!

María Laura dijo...

Yo no pretendo ser amiga pero si me considero "famulia" y me ofrezco a cuidar gata o regar plantas pero no me gustaria tener que decir "no" por lo que pido que no se me solicite limpiar casa, cocinar, planchar etc. etc.