Uno de los destinos de los que vivimos lejos de nuestra tierra es separarse de los afectos.
La primera vez, nos despedimos de quienes quedaron en casa y nos acompañaron toda la vida.
Despedida que se repite cada vez que vamos de visita.
Y no es demasiado diferente con los amigos que hacemos afuera. Si son extranjeros y comparten con uno la experiencia del exilio voluntario es muy probable que en algún momento se terminen mudando a otro país o volviendo a sus países de origen.
Con los amigos nativos del nuevo país pasa algo similar pero a la inversa. Es uno el que eventualmente se terminará yendo.
Uno de los grandes desafíos parecería ser entonces hacer las paces con la transitoriedad.
Disfrutar a los afectos mientras estén, donde quiera que estén, porque en algún momento -muchas veces imprevisto - va a venir la despedida.
Y cuando la despedida llega gana la tristeza, es cierto.
Igual prefiero mil veces el dolor de la pérdida a perderme la riqueza de haberlos conocido.
Por suerte, existen los reencuentros.
4 comentarios:
carpe diem!
Peineta, sería bueno que subtitulés esta entrada !!!
No se entiende un joraca !!!
Ay, Barbitas "carpe diem", segun google significa "aprovecha el dia".
No molestes a Peineta que tiene mucho que hacer. JA JA
jaja, gracias cris !
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