sábado, 5 de septiembre de 2009

Buenos Aires

uy, me acabo de dar cuenta de que hace varios días que no escribo.
Se ve que esto del viaje a argentina, sin darme mucha cuenta me tuvieron con la cabeza ocupada en los preparativos.

Pero bueno, finalmente, sábado a la tarde, después de una estrategia fallida para tener al lado un asiento libre en el tramo méxico-lima y una compañera con una campera muy voluminosa en el tramo lima-buenos aires, llegué a destino.

Madre y padre esperandome amorosos en ezeiza.
Almuerzo tardío (horario más mexicano que argentino) de simples, pero exquisitos tostaditos de pan árabe y torta de criollitas y quaker de postre. Manjar.
Siesta profuuuuunda (recuperando algo de lo que NO dormí en la noche).
Cena -bien argentina con toque brasileño - con amiga valu en su nueva casa donde la amargura por el resultado del partido no logró empañar la velada.

Y ya terminando el primer día en suelo patrio.

Lo lindo del principio de todo viaje - y aplica también en sentido amplio- es que queda todo por delante. Todas las puertas están abiertas y uno sólo tiene que decidir cuáles va abriendo. Las combinaciones podrían ser infinitas. Aunque después uno termine abriendo las mismas puertas de siempre.
Lo bueno es saber que todas están.

5 comentarios:

Enrique F. Ivern dijo...

Bienvenida!

eleonora dijo...

BIENVENIDA OTRA VEZ! y feliz estadía. besos

Anónimo dijo...

Bienvenidaaaaa, Maria, ya se por tus viejos que llegaste bien. NOS VEMOS EL SÁBADO.
Cristina

Mária dijo...

gracias a todos !!!

Cris, mañana hablamos.
Besos

vero dijo...

Que lindo que estés en BA. Bienvenida!