Como corresponde, tomé una lancha para recorrerlo, donde me sacaron la primera foto del viaje (claro, esto de viajar sola hace que las fotos propias sean esacasas) que comparto en este momento.
Lo más significativo del paseo - además de la belleza natural y la pena por las botellas de plástico que abundan, arrastradas por el viento y la lluvia- fue la rauda maniobra que el lanchero dio para llevarnos a ver un cocodrilo y ganarse su propina.
El asombro incial se fue convirtiendo en escepticismo al ver al inmóvil cocodrilo, en medio de un basural de botellas, con la boca abierta en una posición bastante falsa y y al darnos cuenta de que tenía la nariz medio deformada, como si lo hubieran amarrado por ahí.
La conclusión, casi inmediata, que sacamos los más despiertos, extranjeros todos, es que era un pobre cocodrilo embalsamado puesto ahí para embaucar a los turistas.
Obvio.
Hasta que el pobre cocodrilo, molesto porque un montón de gente lo miré tan fijo y tan de cerca, cerró la boca y se metió al agua y... nos dejó a nosotros con la boca abierta.
7 comentarios:
¿Y por qué viaja Ud. sola? ¿Y su compañero de viaje en otras entradas del blog? El que estaba decepcionado con el desierto de Sahara...
Qué bueno que vuelva a escribir, tiene encanto.
Lector anónimo al que le parece una mujer hermosa.
Hola!!! Que lindo leerte!!! y acompaniarte!!
Pero era de verdad entonces el cocodrilo??
Marce
Parece que estaba enterado que "cocodrilo que duerme, es cartera", así que se hacía el gil pero estaba bien atento. See you later, aligator!
claro, marce, vivito y coleando, como bien dice eleo, y bien atento!
gracias anónimo!
ya sea que nos conozcamos personalmente o no, se acepta el cumplido.
MÁRIA, IMAGINO QUE RECOLECTASTE TODAS LAS BOTELLITAS PARA EL RECICLE !!!
No sería como en Disney un cocodrilo mecánico ???
me daban unas ganas de entrar con una bolsa a juntar botellas...
Publicar un comentario