Playa Costa del Sol

Por el mismo tema de las distancias que les contaba antes, desde San Salvador se puede ir a la playa a pasar el día. El tema es encontrar dónde, porque -algo así como pasó en la riviera maya- no es fácil acceder a la costa. Por suerte Marce tiene sus recursos y pudimos conseguir acceso a un club de playa.
Así que nos fuimos, todos en familia a dominguear.

El lugar, bien, bonito, con su pileta, sus reposeras, sus palapitas y hasta te ponían sombrillas y sillitas en la arena.


La playa, de arena volcánica - oscura-, bien ancha y solitaria. El mar, oleado y bastante calentito (hasta parece que hay algunos buenos lugares para hacer surf, aunque justo este no). Y Monse lo disfrutó a sus anchas.



Y como buena playa del pacífico, el atardecer es precioso, lo cual supone un espectáculo adicional - en especial para nosotros los rioplatenses, mucho más sacrificados cuando se tratar de ver el sol sobre el mar (si habremos consumidos medialunas muertos de frío y sueño esperando el amanecer, je je).



Y así, cuando se fue el sol, agarramos nuestros petates y volvimos a casita - cosa que me resultó bastante novedosa porque todas las veces que he ido a la playa fue para quedarme por lo menos un par de días.



Fue como ir al club, pero la pileta era "poquito" más grande.