Fin de las crónicas salvadoreñas

Y como para terminar las crónicas salvadoreñas y la promoción turística de tan bello e inexplotado país, les resumo en unas pocas imágenes otros paseos y lugares que visitamos.

a) El Lago de Coatepeque

Es un lago que se formó en lo que alguna vez fue el cráter de un volcán y hoy está rodeado de casas de fin de semana de la gente adinerada. Una conocida de Marce le prestó su casa y allá nos fuimos, a pasar el día con paseo en lancha incluido !!! (nótese a la pequeña monse en traje de robot salvavidas...pobrecita, qué incómodo).







Los muelles sobre el lago me hicieron acordar algo al tigre.
HER-MO-SO paseo.

b) La Ruta de las Flores

Este es un recorrido por 5 pueblitos: Nahuizalco, Salcoatitan, Juayua, Ataco y Apaneca.
El mayor inconveniente reside en que su belleza es inversamente proporcional al orden de aparición de cada pueblo, con lo cual empezamos por el menos pintoresco (para ser buenas con Nauhizalco) y cuando llegamos al último - Apaneca, el de la foto- que es el que vale la pena ya estábamos demasiado cansadas como para tener ganas de recorrerlo.



Nota de color (literal): vimos muchos negocios adornados así, todos pintados, muy llamativos y alegres.
Nota de sabor: las PUPUSAS que se venden en las PUPUSERIAS son un plato típico que consiste en una especie de tortillas de maíz medio gruesas rellenas de diversas cosas ( queso, carne, etc).


En la ruta o en los pueblos, uno puede tomar algo en un barcito o almorzar en algún lindo restaurantito, como el Jardín de Celeste, donde cominos:



o también hacer como 10 km (que parecieron 10.000 y que podrían haber sido sólo 4 si uno tomara la bifurcación correcta de entrada) por el peor camino de tierra de la historia para ir a la Laguna de las Ninfas para llegar y encontrar ...ESTO !!!!! ( parecía una cámara oculta de tinelli, je je, no sólo no había ninfas...tampoco había laguna !!!)



Con lo cual, recomendación para la Ruta de las Flores: vale la pena, siempre y cuando se recorra de ATRAS para adelante y NO se busque la Laguna de las Ninfas, je je.

c) Playa Maculis

Y el último paseo que hicimos antes de mi vuelta, fue ir a pasar el fin de semana a una casa a orillas de la playa.
Un placer total, tanto la casa - bien rústica, a la que uno va tomando más y más cariño a medida que pasan las horas-, la playa prácticamente desierta y la noche, que como era de luna nueva nos dejó ver una cantidad de estrellas que hacía tiempo ninguno de los tres veía.







ahhhh, y bueno....y con esto terminaron mis vacaciones en El Salvador.

No tengo palabras para agradecerle a Marce, Hernán y Monse todo lo que me brindaron durante mi estadía con ellos.

GRACIAS AMIGOS, LOS QUIERO Y LOS EXTRAñO !!!!!!!!!!