Un lunes a la tarde, dejamos los lugares naturales y nos fuimos a conocer el centro de San Salvador, a sabiendas de que no era un dechado de virtudes. Los alrededores están casi cubiertos de puestos callejeros, por lo que circular por las calles es bastante lento si uno no quiere pisar a nadie. Sin embargo encontramos un par de lugares que estuvieron bien para visitar.
El Teatro Nacional, recientemente restaurado, no muy grande pero lindo y muy cuidado.
Si llegan a ir, ojo, porque no se puede fumar, y tampoco...
(así que déjenlas en casa, je je).
Después pasamos la Catedral y al Palacio Nacional (ahora convertido en museo, porque el presidente se fue a trabajar a otro edificio...más seguro). Tiene unos jardines centrales, así como de casa colonial, bien bonitos.
(sí, el señor estaba durmiendo y cuando nos vio pasar levantó la cabeza y ... NI SE INMUTO y siguió durmiendo !!!!).
La verdad que el centro de la ciudad no es de lo más lindo que tiene El Salvador, pero es el centro de la capital y no queríamos dejar de conocerlo.
4 comentarios:
A veces es mejor que los presidentes duerman !!!
El centro también existe...
cierto, muy cierto
Lo cierto, aunque incierto, es como un desierto !!!PLATÓN
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