Ah, la vita é bella e la grutta.... azzurra !!!!
Después de la aventura náutica decidimos vender el yate y dirigirnos hasta la Gruta Azul en colectivo (...así nos mezclamos un poco con el popolo y experimentamos qué se siente, vio? ).
La Grotta Azzurra es una cueva marina que tiene una apertura parcialmente sumergida en el mar. Se comenta que los emperadores romanos la usaban como baño privado, qué tul? (esto lo saqué de wikipedia).
Para variar estábamos un poco jugados con el tiempo, porque hay una hora, cerca de las 3 de la tarde en que sube la marea y ya no se puede entrar más. Nosotros llegamos 2 y media y la entrada a la cueva que quedaba fuera del mar tendría en ese momento unos 60 cm de alto. CHAN.
Por fortuna, como los botieri hacen lo que sea por unos euros (que se pagan a una típica mafia napolitana que instalada en un barquito controla todo el business) se pudo entrar (no sin cierto julepe para ser honestos), eso sí casi acostados en el bote, par no rebanarnos las cabecillas.
En el interior de la gruta el mar parece estar iluminado por debajo del agua con un magnífico color azul. Esto se debe a OTRA apertura en la gruta, completamente sumergida y situada en la parte inferior de piedra caliza que permite la entrada de la luz del sol iluminando el agua desde abajo (esto también es wikipedia ® je je).
La verdad que eso de estar en un bote en el interior de una cueva, todo silencio, todo oscuridad y ver los reflejos del agua azul turquesa, ver casi brillar la mano que metimos en el agua, escuchar la resonancia del botieri cantando, es una experiencia sobrecogedora.
Y así, medio temblando, un poco de emoción, un poco de susto y otro de frío, salimos felices de la gruta.
Como con lo del desierto no nos había ido muy bien, poder entrar a la Gruta Azul era como un duelo personal entre la naturaleza y nosotros. Sin dudarlo esta vuelta pudimos decir....PRUEBA SUPERADA !!!!
3 comentarios:
¡Qué espléndido!
Sí, lo de ustedes y "la sincronización" es un clásico que ya no llama la atención.
¡Qué bueno que haya sido prueba superada! Especialmente por el gran capitano que cuando hablabamos de la grotta, sin imaginar siquiera que llegarían tan sobre la hora nos dijo que por la calustrofobia, dificilmente, se mandara.
Se ve que después de enfrentar el oleaje al mando de la nave todo lo demás era "piece of cake"!
Gracias por las múltiples salutaciones!
¡Qué maravilloso debe ser estar en esa gruta! Y qué valientes al ingresar con un espacio y tiempo tan reducidos!
Bravo por Uds. los amo
Elsa.
"La verdad que eso de estar en un bote en el interior de una cueva, todo silencio, todo oscuridad y ver los reflejos del agua azul turquesa, ver casi brillar la mano que metimos en el agua, escuchar la resonancia del botieri cantando, es una experiencia sobrecogedora."
No hacía falta usar esa palabra, todos nos dimos cuenta lo que tenías ganas de hacer, jejeje...
Besotes...
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