Quién hubiera dicho que iba a retornar a la poesía después de años (décadas?) de ausencia, durante este limbo maternal en el que estoy inmersa hace ya más de año y medio, de la mano de una poetisa canadiense desconocida para mí - Margaret Atwood-, y a través de un ejemplar de sus poemas - La Puerta - que encontré a un precio irrisorio y que me cautivó a primera vista desde la mesa de novedades de una librería de barrio.
Quién lo hubiera dicho?
Pero así fue.
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