”De chiquilín te miraba de afuera
como esas cosas que nunca se alcanzan
la ñata contra el vidrio
en un azul de frío
que sólo fue después viviendo
igual al mío
como una escuela de todas las cosas
ya de muchacho me diste, entre asombros,
el cigarrillo
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.
Cómo olvidarte en esta queja
cafetín de Buenos Aires
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja.
En tu mezcla milagrosa
de sabiondos y suicidas
yo aprendí filosofía
dados, timba y la poesía
cruel, de no pensar mas en mí.
Me diste en oro un puñado de amigos
que son los mismos que alientan mis horas
José, el de la quimera
Marcial que aún cree y espera
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía.
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño
nací a las penas, bebí mis años...
¡y me entregué sin luchar!"
Cafetín de Buenos Aires
Letra: Enrique Santos Discépolo
Música: Mariano Mores
Porque me encanta este tango.
La letra, poesía pura.
La música, pura nostalgia.
No me digan que no les dieron ganas de ponerse a cantarlo?
6 comentarios:
Feliz Dia!!!! Querida Hermana, (estoy tanguera tambien)
besos gigantes
y lo canté mientras lo leía! obvio!
a mi no me gusta el tango
Los amigos se cotizan
en las buenas y en las malas
a mí me dieron la chaucha
y yo la comparto con vos !!!
ES UNO DE LOS TANGOS QUE MÁS ME GUSTA
¡QUÉ BUENO QUE COINCIDAMOS!
BS
MÁ.
aunque no soy experta ni me sé muchas letras ni conozco a muchos cantores de tango, a mí sí me gusta el tango. Lo siento muy propio.
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