Creo que el domingo tuvo tres highlights.
- El primero: por suerte encontramos una playa mucho menos concurrida, alquilamos tienda con reposeras y pudimos disfrutar de un largo día de mar y playa. Impecable.
- El segundo: analizando el sistema defensivo de las abejas y/o avispas - eso de morir después de perder el aguijón- como forma de defensa comunitaria, se entiende que ante, por ejemplo, una amenaza al panal, se deban sacrificar unos pocos sujetos (picando al amenazante) en pos del bien común. Ok. Es comprensible.
Ahora, como sistema de defensa individual es francamente estúpido. Si ante una sensación de amenaza el sujeto en cuestión se defiende picando y por ende, muriendo...qué está defendiendo? su orgullo? poder decir "ja, sí me morí, pero yo solita" ? tiene sentido??????
Todo esta reflexión es traída a colación para introducir el fortuito hecho de que, despertando de una de las tantas siestas se ve que sentí algo en la mano, se ve que la moví un poco y ese nimio gesto me hizo terminar siendo la poco feliz acreedora de una PICADURA DE AVISPA EN UN DEDO (aguijón incluido) !!!!!!!!!!! Pregunto, ERA NECESARIO SEMEJANTE ALARDE DE TEMERIDAD POR TAN POCA AMENAZA ??????????
Lado positivo: la primera picadura de avispa de mi vida. Sigo experimentando nuevas sensaciones.
Lado negativo: la sensación es que duele como la re #%$#*#%$*&^%$@ que lo re $#^%$&%$#
- El tercer highlight: lo de Beto Godoy.
Otro lugar mítico de los pagos acapulqueños. Un restaurante que queda en Barra Vieja (bien lejos del centro) cuya especialidad es el pescado a la talla, que es una forma de cocinarlo consistente en adobarlo con varios chiles (no picantes).
El pescado es super fresco porque se la pasan pescando todo el día, de hecho uno hasta elige el pescado que va a comer (ya pescado eh! nosotras elegimos un róbalo de 1,8kg para las cuatro).
Generalmente la gente va a horarios razonables, que van desde el mediodía hasta las... 6 de la tarde. Nosotras llegamos a eso de las 8, cuando el lugar ya estaba prácticamente vacío, los meseros limpiando todo y la cocina a punto de cerrar.
Igual nos atendieron y nos comimos unos camarones de entrada y el róbalo a la talla (que nos cobraron por anticipado porque la caja estaba por cerrar, claro). Todo muy rico por cierto.
Lo más gracioso es que como no terminábamos de comer se fueron yendo todos los empleados, pero todos todos. La última en partir fue la pobre mesera (que habrá maldecido el momento en que elegimos la mesa que atendía ella) que nos saludó toda apenada porque se tenía que ir y nos advirtió que mejor no nos quedáramos demasiado tiempo "porque roban y esas cosas".
Se imaginarán que con semejante despedida no nos quedamos de larga sobremesa.
Cuánta gente podrá decir que vivió la experiencia de ver al archifamoso y archipopuloso Beto Godoy completamente vacío ?? eh eh.. pocas seguramente.
Nosotras podemos.