En Guadalajara

Y finalmente, organizado de un día para el otro, nos vinimos para Guadalajara.
La propuesta surgió el lunes a la noche de parte de nuestros amigos Blas y Ches, porque como la familia de ella es de acá teníamos casa donde dormir. Así que ayer miércoles tempranito, enfilamos los cuatro para la ruta con la idea de escapar un poco del encierro, de los virus y la paranoia.

Del encierro escapamos. Acá los restaurantes sí están abiertos, tanto de día como de noche, cosa que a esta altura ya nos parece una maravilla de la civilización. Además conocer una ciudad nueva siempre tiene ese gustito del descubrimiento que ya de por sí hace que las horas de ruta valgan la pena.

Del virus, quién sabe si escapamos ? los medios indican que en el estado de Jalisco (cuya capital es Guadalajara) no se reportó todavía ningún caso de H1N1 . De todas formas, por prevención y para estar a tono con el resto del país se ven algunos barbijos por la calle, especialmente en lugares cerrados como supermercados.

De lo que no escapamos es de la paranoia. La información llega a todas partes, demasiado rápido y en cantidades improcesables. Así que mientras las chicas nos sentamos a tomar mate en el jardín de la casa, los muchachos se compenetran con cada teoría conspirativa que les llega a las manos, la racionalizan, la aceptan, la comparten, la descartan y vuelven a por más.