Una de las cosas que aprendimos viviendo fuera de nuestra ciudad de origen es a depender más en los amigos, a pedir ayuda y a su vez, a volvernos más solidarios.
Cosas que normalmente uno se las pediría a la familia si la tuviera cerca- que te cuiden a la gata cuando no estás, devolver un libro en la biblioteca que no llegaste a devolver antes de salir de la ciudad, ser suplente de parto en caso que el bebé se adelante cuando el marido se va unos días en viaje de trabajo - uno se las tiene que pedir a los amigos.
Y eso los vuelve - y nos vuelve - un poco familia.
Y se siente bien. Muy bien.
3 comentarios:
Yo jamás te cuidaría la gata, menos devolvería un libro atrasado y menos de menos asistiría a un parto...oh, entonces no soy famulia ???? (sí, famulia, lo escribí bien)
vos sos la ovuja negra de la famulia !!!!!
Yo no pretendo ser amiga pero si me considero "famulia" y me ofrezco a cuidar gata o regar plantas pero no me gustaria tener que decir "no" por lo que pido que no se me solicite limpiar casa, cocinar, planchar etc. etc.
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