La primera semana en Buenos Aires transcurrió bàsicamente entre primeros encuentros, virus resfriales, mucho madre y padre, cumpleaños encuevado y cenas con gordos.
A partir del segundo viernes, los festejos cumpleañiles ganan lugar y fuerza emocional y los ánimos -alicaídos hasta entonces- se revierten dramáticamente.
Lo más destacable algunos encuentros amiguísticos y familiares cuyo testimonio fotográfico querría compartir.
Humildes, pero lleno de cariño.
2 comentarios:
Me encantaron las fotos !!!
las sacó el hombre invisible....mmmm, malo malo
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