Primer aniversario

El martes pasado cumplí mi primer año en tierras mexicanas...y por esas ironías de la vida, lo festejé en buenos aires.

La verdad, la verdad, es que este primer año se me pasó volando. El cúmulo de experiencias nuevas hizo que la sorpresa, la curiosidad y la aventura de vivir por primera vez fuera de mi ciudad natal prevalecieran sobre la melaconlía de saberme lejos.

El DF colaboró mucho, recibiéndonos con amigos de antes, con amigos nuevos a la espera de ser descubiertos, trabajo para ambos (hay que decirlo, uno protesta, pero ayuda) y con un barrio lindísimo, donde es muy fácil sentirse en casa.

México país, por su parte, nos dio la oportunidad de acercarnos a una cultura mágica, conocer a su gente, con su amabilidad y sus excesos. Y a tomar perspectiva, a ver las cosas que uno vio toda la vida, desde otro ángulo.

Por supuesto que se extrañan cosas. Lo que más me falta son los pequeños encuentros de familia, organizar planes con amigos...y la comida, deliciosa y nuestra, infaltable compañera de todo evento.

Las visitas vinieron a traernos un poco de aire porteño entre tanto aire chilango, a enseñarnos a vivir en comunidad y a hacer propio el tan local "mi casa es tu casa".

En fin, este año aprendí muchas cosas.
No importa donde vivamos, seguimos disfrutando de las mismas cosas. Llevamos el hogar con nosotros mismos, adonde quiera que vayamos.