martes, 29 de mayo de 2012
Buenas excusas
La falta de internet en casa resultó una buena excusa para suspender el relato de mis últimos días en méxico pero probablemente me resultó más fácil endilgarle la culpa a un tercero (siempre es más fácil) que aceptar que afrontar la despedida me resultaba demasiado difícil.
Tal vez los recuerdos de méxico se tornaron demasiado dolorosos como para revivirlos a través de un par de fotos coloridasTal vez la presencia feroz de buenos aires en mi vida era demasiado real, la realidad demasiado avasalladora y la oscuridad demasiado contundente como para poder reducirlas a unas pocas líneas virtuales.
Y así fue que hace ya más de un año, un día dejé de escribir.
Catorce meses después mi amiga gabi me ofrece una excelente excusa para retomar.
Liebster.
Me costó un mes de darle vueltas en la cabeza y nunca encontrar ganas o tiempo o el ánimo adecuado.
Pero me decidí, me senté y los encontré.
Y así fue que ayer volví a escribir.
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